miércoles, 27 de mayo de 2009

Si tan solo...

Tal vez hoy el cielo amanecio gris y no me detuve a mirarlo, será que mi vista estuvo cansada, será que mis pies caminaron por si solos entre la niebla de "un dia más".

Será que vivimos en una disfrazada rutina, donde vivimos mas pendientes de nuestras tareas y horarios, y así nos olvidamos de detenernos a mirar, nos olvidamos el "por qué" de nosotros, fijamos nuestra vista en caminar apurados por nuestro dia, y olvidamos tomarnos un minuto para respirar y decir "hoy puedo".

Esta es mi historia del día, donde no supe mirar lo esencial , y al final como si de enfermedad se tratase, contagié mi ceguera.

Tal vez hoy al levantarme, en vez de sonreir con un "buen día" de la persona que amo, me concentre más en asegurarme que nadie la hubiera "agasajado" con algun mensaje romántico, dejando de lado lo más importante de mi despertar, que al abrir sus ojos deseara escuchar mi voz para empezar el día.

Así camine como un errante por mi amanacer, mal gastando cada minuto de nuestro tiempo en conquistar un corazón que ya es mio, aquel que esperaba en silencio la hora de agradecer un día mas juntos.

Cuando por fin pude ver entre el humo de mis preocupaciones, ya era tarde... los minutos corrían detrás nuestro y no pude agarrarla del brazo y decir "gracias" , y por fin sonreir por aquel buen dia del cual por fín me sentía afortunado.

Los desencuentros y mis ganas de reparar nuestras sonrisas se hicieron mas que fuertes, al sentir sus lágrimas... en aquel momento toda rutina, toda preocupación, todo aire de "otro día" se esfumo... para dar lugar al corazón, que daba vueltas a mi cabeza, buscando desesperadamente secar sus lagrimas con todo lo que tenía a mi alcance. Arrebatadas mis emociones lograron asfixiar su tristeza, lo cual me lanzó recorriendo un camino incierto.

La niebla cambio de lugar, y por más que mis palabras buscaban llegar al punto justo , me topaba con una pared, aquella que no me dejaba ayudar, no me dejaba ver que estaba pasando. Las horas pasarón, eternas entre silencios, mis manos buscaban tomar las suyas, y como un soplido, sus palabras me fueron dejando a un lado... la impotencia y la tristeza me dejaron en silencio, esperando por una señal, por una palabra que diera lugar al fin del acto, que dejara caer el telón de esta triste escena, donde ambos habiamos tomado papeles fuera de nuestra guíon... donde nuestro director, el amor, permanecía mudo frente a la función.

Aún espero que termine esta escena, que vuelvas a tu papel en esta obra de vida, la que escribimos juntos entre sonrisas y sueños... aún espero que la pared desaparezca y me deje tocar tu corazón.

3 comentarios:

  1. Realmente Bueno.

    El solo hecho de que volqués tus palabras acá,y que te hagas cargo de que no te considerás un gran escritor,(lo cual no creo,me gusto mucho) le da mucho valor al texto.

    Muy Bueno,te felicito,y sabes que siempre estoy para leer tus textos.

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  2. Profe: el no ser "escritor" con titulo, no quiere decir que no puedas escribir con sentimientos verdaderos y mostrar tu alma como realmente es. ¡Adelante, amigo mio!, nada es imposible, y menos cuando se tienen autenticos valores.

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