Es tarde por los angostos caminos de mi felicidad,
la luna engaña entre las ramas secas de mi ilusión.
La esperanza revolotea por el aire de esta tarde triste,
donde el viento de tus palabras dejaron sin flores nuestros jardines.
El tiempo ha dejado sus marcas en mi,
gracias a el, tus palabras fueron mi biblia y razón.
Pero hoy mis oídos te escucharon borrar esas palabras,
que en su momento calmaron la tormenta de un mundo sin vos.
Hoy me escapo de mi inocencia,
y veo que quiero un mundo,
donde los limites sean de la imaginación,
no del corazón.