En búsqueda de certezas

No busco una compañía, busco un amor,
donde las caricias sean la capital del tiempo,
los besos las campanas que marcan las horas,
los abrazos al píe de la despedida aferrando los minutos.

No busco una compañía, busco un amor,
donde haya espacio para el silencio,
porque no necesito nada mas que tus manos,
para recuperarme del frío que queda cuando te vas.

No busco una compañía, busco un amor,
donde las horas no pesen por cantidad,
porque de nada me alcanza un día,
si un gesto de tu mano no me da una convicción.

No busco una compañía, busco un amor,

eso es instante y eternidad,

el detalle que abraza por la espalda a la soledad,

y la certeza que deja lugar a un mañana.

Antónimo de amor

Lo que me pides, se escapa de mi naturaleza,

es borrarle la expresión al querer.

Lo que me pides, es tan difícil como borrarte de mi ser,

es silenciar mis palabras y disfrazar mi pasión.

Lo que me pides, es todo lo contrario,

a lo que anhelo y necesito de ti.

Lo que me pides, es lo que niego,

porque es justamente lo que me hace feliz.

Lo que me pides, es regalarle una excusa a la soledad,

aquello que evito lograr.

Lo que me pides, es para mi dejar el goce,

de lo mas hermoso que nos toca vivir.

Lo que me pides, es el antónimo,

de mi concepto de amor.

Lo que me pides, es que mida mi sentir,

y eso para un enamorado es poner pena al corazón.

A minutos de la revolución

Deshago mis caricias con tristeza,
y convoco a licitación las tuyas,
mis sonrisas firman su licencia,
y mi paciencia pone a juicio mi razón.

Mis sueños arman su sindicato,
y discuten si sos conveniente para la inversión,
el corazón escucha de sus planes,
y tus recuerdos reprimen por orden del dictador.

Mis manos opacan sin su primera dama,
y son exiliadas a la soledad,
mis suspiros protestan a la ausencia,
y la falta de tus labios deja sin luz el alma.

Tus brazos hacen presencia en la escena,
y un minuto vale para devolver la paz,
pero no dejes que el tiempo siga huyendo,
mañana volverá por mas.

Te doy mis labios por una sonrisa,
te cambio mis horas por tu compañía,
te confio mi corazón y solo espero ser parte de tus días.

Mis batallas

Me gustaría dejar de luchar contra mi armadura,
y no ser alguna clase de Don Quijote del amor,
cabalgo persiguiendo un sueño,
y me demoro peleando con molinos sin razón.

Me gustaría tener menos labia,
y ser mas avezado con mi corazón,
tengo la costumbre de disfrazar las palabras,
y lucir mi gastado traje de satisfacción.

Me gustaría confiar más en el mañana,
y dejar de hacer malabares con el hoy,
dar riendas sueltas a mis batallas,
y dejar de ser tan conservador.

Me gustaría ser mas respetuoso con mis convicciones,
y hacer confesar mis silencios cuando se trate de amor,
aquellos mudos se transforman en hojas secas,
y luego te relatan como una vieja canción.

Regálame

Regálame un instante,
y haré poesías de los minutos.
Regálame una mirada,
y le pondré tu nombre a mis deseos.
Regálame un beso,
y dictaré sueños con tus labios.
Regálame tus manos,
y borraré el horizonte para nosotros.

Tus anhelos

Quisiste ser mi nostalgia,
y te transformaste en mis sueños.
Quisiste ser mi tristeza,
y mis lagrimas fueron de felicidad.
Quisiste conocer mi filosofía,
y la reescribí cuando llegaste.
Quisiste ser mi aire, y deje de respirar,
ahora te suspiro para seguir vivo.
Quisiste conocerme intensamente,
y terminaste descubriendo partes que yo ignoraba.
Quisiste ser mi mirada para saber que escondía,
y mis ojos confesaron antes que mi boca.
Quisiste ser la palabra que aliviara mi alma,
y te transformaste en mi cielo.

Te llevo en mi

Respiro y me asfixia tu falta,
suspiro y se ponen de pie tus recuerdos,
te ahogo y es el suicidio de un corazón.

Cierro los ojos y busco condenarte,
te sueño y revivo tus palabras,
despierto y aún sigues aquí.

Vivo y te veo en todas mis calles,
bajo la mirada y esta eterna lucha otra vez,
huyo para no enfrentarte y te llevo en mi.

Busco transpapelarte y te guardo en el cajón,
te canto y compongo lo que no fuiste,
te escapas y mis hojas hablan otra vez de ti.

Juegos de guerra

No tema tu corazón a las caricias,
no hay mejor riesgo,
que el de morir de amor.

Nunca olvides las reglas del juego,
es creer tener cordura y comprometerse,
a perder a la razón.

No dudes en dar el brazo a torcer,
aquí no gana el mas fuerte,
sino aquel que ama sin dudar por qué.

Puede que termines sin sonrisas,
en estas guerras se pierde hasta el aire,
pero el que no se rinde, se lleva la paz.

Y sobre el final volverás al inicio del juego,
allá donde abundan los corazones deseosos,
de firmar los papeles de un "vos y yo".

Prófugos de un desamor

Horas,
que no vivimos,
que pactamos de innecesarias,
que tiramos a la suerte,
que ataron nuestras alas.
Minutos,
que dejamos correr,
palabras al silencio,
de un deseo, de un anhelo,
caricias que se lleva el viento.
Segundos,
negados a la distancia,
que retuvieron la chispa,
dejando apagar las llamas,
de los labios del alba.

No se qué será, pero se lo que fue

Tal vez las estrellas brillen lejanas,
no amanezca con tu nombre en mi boca,
me alimente de anhelos,
mojándolos antes en tus recuerdos.

Tal vez la espera,
anuncie la desesperanza de mañana,
la ausencia de tus manos,
hagan áspera mi cara.

Tal vez extrañe tus palabras,
sonrisas de mis ganas,
carceleras de mis deseos,
hoy dejarán una marca.

Tal vez haga versos,
con las ilusiones que llenaron la casa,
mis hojas, mis canciones,
y los suspiros del alma.

Pero se donde no hubo tal vez,
porque nunca dudé,
al entregar amor,
sabiendo que podía perder.

No hubo tal vez,
cuando te abrí las puertas,
te regalé mi tiempo,
y puse a disposición mi ser.

No hubo tal vez al dar,
riendas sueltas al querer,
ni límites de tiempo,
para dejar esto crecer.

No guardé ni una palabra,
no puse fin, ni negué la oportunidad,
siempre dejé las llaves en tus manos,
esas que abrían el cielo o el final.

Nubes de ausencia

El destino me trajo hasta tus besos,
y me castigó con tu ausencia,
pero yo seguiré aquí,
como un capitán en su barco,
hasta que se hunda o pase la tormenta.

Ya sabrás, he navegado y conozco,
mas ríos que tus mares,
pero jamás sentí,
el mareo dulce y profundo,
por el que hoy emprendo este viaje.

Me verás sostener este timón,
y naufragar en las horas,
con la esperanza de ver el sol,
allá, donde concluye mi mapa,
en las tierras de tu corazón.

Café y rosas

Déjate alcanzar,

déjame tomar esas tristezas,

desvestir tus angustias,

confía en mi, no niegues ahora,

que nuestros besos saben a aurora.

Siéntate conmigo, no corras al tiempo,

desarmemos lentamente estas durezas,

déjame alejar todo este frío,

solo déjate abrazar,

tengo más versos para decir al oído.

No me niegues tus ojos,

disfruto ser intérprete,

del brillo que dejan escapar,

tus besos lo reflejan,

tan solo, déjate llevar.

No quiero guardar caricias,

tu piel no lo merece,

no pretendas que no desespere,

tus manos tienen ilusiones,

y la llave de mis pasiones.

No vengo, Yo voy

No vengo a revivir las horas,
que la vida te dio unas páginas atrás.
No vine aquí a pagar errores de alguien más,
no soy la siguiente hoja, no soy continuidad.
No arrastro con prejuicios y decepciones,
que hoy te toquen a ti cargar.

No vengo en revancha del pasado,
no pretendo cometer menos tropiezos,
vengo a escribir de cero, nuestro libreto.

Dicen que el que no arriesga no gana,
y este corazón no da cuotas,
paga en efectivo y nunca calla, acota.

No me importa hipotecar mi cabeza,
no vengo con sencillo a los juegos del amor.
No busco ser un príncipe azul,
no tengo paciencia para las pruebas de admisión.
Hazme un favor, y deja de lado,
todos estos protocolos que entorpecen el corazón.

Nota de bienvenida

Espero que no le sea difícil,
ir de la mano con este caminante,
implica tener que ser víctima,
de constantes cariños,
ser atenta y dejar amarse.

Espero sepa entender mis silencios,
encubren esbozos de tristezas,
pero si de consuelo le sirve,
un beso y una mirada dulce,
me hacen hablar y limar asperezas.

Espero que sepa disculpar mis artimañas,
vengo de años de cruzadas,
a este caballero le sobran cicatrices,
y tropieza más de una vez,
por falta de confianza.

Espero que tenga paciencia,
este caprichoso intento de poeta,
juega muchas veces mal a las exigencias,
pero la mayoría de las veces,
no pretende más que dos palabras y una certeza.

Usted ya debe haber visto,
la mente de quien le escribe,
suele pensar dos o tres veces,
antes de hablar, queda advertida,
cada palabra la adoso con su firma.

Pero por sobre todo,

Espero sepa entender mis miradas,
acostumbran a ser simples,
y sueñan, sin mirar límites,
cuantas vidas cambiaría por ser aquel,
el cual despierte a su lado cada día.

Mis horas

En esta agonía de tu ausencia descubrí,
que nada de lo que sabía me sirve a tu lado,
¿que hacía antes con todas estas horas?
ahora no hago mas que ver tu cara,
en cada espacio de este calvario...

Allá estábamos ayer, filosofando tomados de las manos,
acá estábamos hace un rato hablando de lo que es estar enamorados,
y hace unos días, ahí... mejor me callo,
tu perfume todavía sigue impregnado.

Hoy, cuando te fuiste, te llevaste hasta mis ganas,
mi guitarra se desafina allá en un costado,
ni una nota me queda, también te las has llevado.
Y de repente siento como mis miedos,
juegan partidas de ajedrez con tus... "más tarde hablamos".

Me parece, que no entiendo esos "más tarde",
a la hora ya tengo el celular en la mano,
me peleo con mis ganas y sigo esperando,
a ver si apareces por algún lado,
este orgulloso pretende todo, menos ser pesado.

No entiendo esta soledad que antes disfrutaba,
hoy se ríe de mi al verme en este estado.
Será que estoy ciego, y no quiero ver nada,
para que preste atención,
tiene que tener tu voz, tus ojos, o tu nombre en algún lado.

Que eternas son estas horas,
que fugaces son aquellos momentos.
Soy víctima de esa insaciable soberbia,
dictadora del hombre, esa de querer más y más,
y como no hacer caso, si solo quiero tenerte de la mano.

Ay hermosa, como no me avisaron,
nunca pensé que el amor te hacía tan idiota,
nunca me imaginé que me iba a enojar con el tiempo,
que hoy solo puedo describirlo como,
aquel que vuela en presencia de tus labios.

Un suspiro

Detrás de cada suspiro hay mucho mas,
que mis ojos brillando con tu presencia,
pero si uno de estos pudiera hablar,
probablemente diría...

De que estas hecha mujer,
que puedes darme luz con solo una mirada.
De que cielo has venido,
que me has llenado de toda esta paz.
Donde te habías escondido,
que mi corazón te conocía ya.

Pues, ya ves, eres lo que siempre desee,
lo que me atreví a pensar un día,
aquella mujer que acompañara mi vida.

Donde estaban tus labios,
cuando yo pensaba que sabia besar.
Donde estaban tus manos,
para darme estas caricias que tocan el alma.
Donde estaban mis latidos,
ya ves, estoy aprendiendo lo que es amar.

Pues, ya ves, eres lo que siempre desee,
lo que me atreví a pensar un día,
aquella mujer que acompañara mi vida.

En que momento entraste,
que mi corazón no te vio pasar.
Cuando fue que me robaste el aire,
que ya sin vos, no puedo respirar.
Por qué te has robado mi inspiración,
ya ves, no hago mas que pensarte en mis palabras.

Pues, ya ves, eres lo que siempre desee,
lo que me atreví a pensar un día,
aquella mujer que acompañara mi vida.

Confesiones

De que me sirve esta soledad, esta libertad,
si soy preso de lo que hoy me das.
Parece que mis ojos brillan en vano a la espera,
de no mas que migajas de lo que yo pretendo dar.
Al parecer tu ausencia, no es mas que un preludio,
de lo que le espera al corazón en vela.

De que sirven todas estas horas apostadas,
a un corazón que hoy brilla por su ausencia.
Debería aprender a escucharte y así callar,
todas estas palabras que sobran de soledad.
Al fin y al cabo, está es mi recompensa de hoy,
la incertidumbre de ser, lo que no soy.

Preámbulo de amor

Déjame quedarme hoy con tu te quiero,
que el incierto mañana lo puede silenciar.
Quedémonos en el ayer lleno de flores,
que el hoy ya no tiene pétalos que dar.

Déjame desaparecerte mañana,
y así escribir en nuestra última página.
Así, congelar tu sonrisa,
y recordarla en estas sabanas desordenadas.

Déjame hoy con estas ganas de tener ganas,
déjame hoy que todavía no lo doy todo por ti.

Déjame guardarte en mis recuerdos,
es que hoy, estos temblores de tu corazón,
andan tirando las hojas que florecieron,
apenas ayer, en este preámbulo de amor.

Un anhelo cumplido

Me gusto tu compañía anoche, lo hermosas que son tus caricias,

lo feliz que me hace mirar a mi lado y tener ahí.

La tranquilidad de dejar de desear como un loco tus manos,

que siempre estaban en otros lados menos en las mías.

Me sentí pleno en tus brazos, llenándome de cariño,

me hicieron olvidar de donde venía y solo adonde quería ir.

Tengo ganas de llenarte de suspiros,

sean contagiados, sean tuyos, sean mios, no importa,

quiero hacerte sentir bien, quiero que sientas esto mismo,

que ahora me tiene atrapado y me hace feliz.

Y si no logro, no importa, con el recuerdo de tus sonrisas y suspiros,

puedo descanzar tranquilo esta noche,

ya que por lo menos por un momento,

cumplí lo que por tantas noches no me dejaba dormir.

Mas tranquilo aún, porque me arriesgué a un tal vez,

y no me resigné a un nunca sin probar tu boca aunque sea una vez.